Graves Violaciones
El durante del Consejo de Estado en la Constitución de 1991 Esa visibilidad pública, ha hecho también blanco fácil a nuestra Corporación. Ya en el 2003, se le despojó de su participación en la elección de los miembros del Consejo Nacional Electoral y más recientemente, la llamada reforma al Equilibrio de Poderes le suprimió su participación en la elección del contralor general de la República y al desaparecer la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, también desapareció, sustancialmente, su poder de elegir los miembros del órgano de administración y gobierno de la Rama Judicial. Como se sabe, esta potestad se mantiene por ahora con ocasión de la sentencia de la Corte Constitucional que encontró inconstitucional buena parte de la reforma al Equilibrio de Poderes. Mientras tanto, el Consejo de Estado ha contribuido con el constitucionalismo colombiano y latinoamericano. La jurisprudencia que se ha erigido en materia de derechos colectivos, derechos laborales, derecho de daños, derecho tributario, derecho electoral y la doctrina construida por la Sala de Consulta y Servicio Civil en estos y otros temas, muchas de ellas en clave constitucional, son el mejor indicador del cumplimiento de sus labores constitucionales. El pasado, el presente y el futuro, entonces muestran la pertinencia de aprovechar la coyuntura para fortalecer las instituciones cuyo funcionamiento ha sido idóneo. La estructura y funcionamiento del Consejo de Estado son un ejemplo en toda América y su jurisprudencia un faro en muchas latitudes. Quienes en este momento histórico integramos la Jurisdicción Contencioso Administrativo, tenemos la responsabilidad de hacer notar lo que otros no quieran ver y exigir que los ajustes por venir no arrasen lo construido con la prudencia que solo muchos años de trabajo otorgan. El país sabe de sobra que solo la justicia asegura la paz. Sin perjuicio de los experimentos institucionales que la tensión de un diálogo difícil pueda generar, no está demás decir que, en esencia, los jueces para la paz, ya están aquí. Sirva esta conmemoración para recordarlo. Al dar inicio, pues, formalmente, al año del segundo centenario del Consejo de Estado, quiero invitarlos a todos a hacer votos porque nuestra Corporación, como máximo tribunal de contencioso administrativo y cuerpo consultivo del Gobierno, continúe haciendo parte de nuestra historia institucional y republicana. Con esta celebración honramos también la memoria de uno de los más célebres hijos de América. Amado por muchos, como era el caso de sus tropas que certificaban a menudo su coraje en la batalla; odiado por muchos, como los rebeldes pastusos, según lo recuerda el historiador, filósofo y magistrado José Rafael Sañudo; recreado en su decadencia por Gabo nuestro premio Nobel de Literatura; inspiración de políticos y luchadores libertarios. Para el Consejo de Estado, la figura de Bolívar quizá permanezca como la del estadista que supo avizorar el porvenir republicano de un territorio por el que luchó y soñó para que se presentara unido ante el mundo, primero como una gran Colombia y luego como una gran Latinoamérica. 25 Anterior Siguiente Contenido Inicio Vista Anterior Índice temático
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